[LIBRO] Fahrenheit 451
Había oído hablar mucho de este libro como uno de los clásicos de la ciencia-ficción, pero nunca me había dado por hacerme con él. Gracias a Luis acabó en mis manos hace una semana y, después de leerlo, he entendido porque lo calificaban así. Desde luego, es un clásico, de los de la era atómica, de los de la guerra fría.
Lo primero que quiero decir, es que me ha hecho viajar hacia atrás en el tiempo. Cuando era jovencito me pasaba muchos veranos en Castellón que, los que lo conocéis sabréis bien, en esa época está muerto. Así que en aquellos tres meses de vacaciones siempre había al menos una visita semanal a la biblioteca municipal. Como supondréis, una biblioteca no es precisamente el mejor sitio para encontrar las últimas novedades editoriales, de modo que buena parte de libros de ciencia-ficción que leí en aquellos días eran de la misma época de Fahrenheit.
Entrando en materia, el libro me ha gustado, en general. Plantea una utopía realmente interesante en el que el gobierno a estimulado hasta el extremo el aborregamiento de la población, siendo la máxima expresión de ésto la quema de todos los libros. Hoy en día, en la era de Internet (hay que ver últimamente que pronto cambiamos de era), una medida así sería poco útil porque gran parte del conocimiento se encuentra digitalizado y distribuido por todo el mundo. Aún así, da miedo hacer comparaciones entre la sociedad que se plantea en el libro y la nuestra, porque es fácil ver relaciones muy estrechas. ¿Acaso tanto fútbol, programas de cotilleo y grandes hermano no son maneras de entretener a la gente para que no se preocupe por otros temas? ¿Cuánta gente cambia de canal cuando aparece en televisión algo relacionado con la política? Cuanto menos nos enteremos de la que pasa, más fácil será engañarnos y manipularnos para ayudarles a alcanzar sus intereses.
Algo que no me ha gustado del libro ha sido el estilo de Bradbury. Lo siento. A muchos les parece magistral. A mi, esos brotes líricos y surrealistas de vez en cuando no me convencen, me confunden. Otra crítica es el tratamiento de los personajes. El protagonista pasa de ser un ciudadano estándar a un revolucionario radical en un rato. Además, actúa de manera irracional y casi suicida. Tiene brotes de ira seguidos de momentos reflexión concienzuda y, a continuación, vuelve a semi-aborregarse. Una personalidad digna de psiquiátrico. Quizá es precisamente eso lo que quería transmitir Bradbury.
En resumen, una lectura recomendable para plantearse unas cuantas cosas y, de paso, conocer los miedos y preocupaciones de toda una generación.
Lo primero que quiero decir, es que me ha hecho viajar hacia atrás en el tiempo. Cuando era jovencito me pasaba muchos veranos en Castellón que, los que lo conocéis sabréis bien, en esa época está muerto. Así que en aquellos tres meses de vacaciones siempre había al menos una visita semanal a la biblioteca municipal. Como supondréis, una biblioteca no es precisamente el mejor sitio para encontrar las últimas novedades editoriales, de modo que buena parte de libros de ciencia-ficción que leí en aquellos días eran de la misma época de Fahrenheit.
Entrando en materia, el libro me ha gustado, en general. Plantea una utopía realmente interesante en el que el gobierno a estimulado hasta el extremo el aborregamiento de la población, siendo la máxima expresión de ésto la quema de todos los libros. Hoy en día, en la era de Internet (hay que ver últimamente que pronto cambiamos de era), una medida así sería poco útil porque gran parte del conocimiento se encuentra digitalizado y distribuido por todo el mundo. Aún así, da miedo hacer comparaciones entre la sociedad que se plantea en el libro y la nuestra, porque es fácil ver relaciones muy estrechas. ¿Acaso tanto fútbol, programas de cotilleo y grandes hermano no son maneras de entretener a la gente para que no se preocupe por otros temas? ¿Cuánta gente cambia de canal cuando aparece en televisión algo relacionado con la política? Cuanto menos nos enteremos de la que pasa, más fácil será engañarnos y manipularnos para ayudarles a alcanzar sus intereses.
Algo que no me ha gustado del libro ha sido el estilo de Bradbury. Lo siento. A muchos les parece magistral. A mi, esos brotes líricos y surrealistas de vez en cuando no me convencen, me confunden. Otra crítica es el tratamiento de los personajes. El protagonista pasa de ser un ciudadano estándar a un revolucionario radical en un rato. Además, actúa de manera irracional y casi suicida. Tiene brotes de ira seguidos de momentos reflexión concienzuda y, a continuación, vuelve a semi-aborregarse. Una personalidad digna de psiquiátrico. Quizá es precisamente eso lo que quería transmitir Bradbury.
En resumen, una lectura recomendable para plantearse unas cuantas cosas y, de paso, conocer los miedos y preocupaciones de toda una generación.
Lo que dices del aborregamiento me recuerda mucho a 1984, de Orwell (que también es un libro futurista, para la época en que fue escrito).
Para no destripar el argumento a nadie no diré nada más, pero quienes lo hayan leído coincidirán en que el aborregamiento y el control de la información son, en el libro, la base de todo el poder de los que cortan el bacalao.
Eru - http://elrenglontorcido.blogspot.com/
Enviado por Daniel Ripollés | 2:21 p. m.
Lamento discrepar de esa visión de Internet como chaleco salvavidas de la cultura. No porque no sea un estupendo medio de difusión, a priori a salvo de cualquier otro censor aparte de uno mismo, sino porque es un caldo de cultivo tremendo de desinformación y malos hábitos.
Me explico (aunque tú ya sabrás por dónde voy): por cada texto bien escrito que veas, probablemente habrá quinientas páginas de analfabestias (¿alguien dijo manoloblog?). En el "mundo real" es muy difícil ver publicado algo que no esté escrito en un lenguaje correcto. Sí, estamos de acuerdo en que se estrangula de alguna manera la libertad de expresión (tan importante como contar de primera mano las tropelerías que se cometen en Irak, los olvidados muertos de hambre de Eritrea, o que me ha salido un golondrino en el sobaco).
Pero puedo asegurarte que en mi vida a.I. (antes de Internet) no solía dudar acerca de cómo se escribían las cosas. Ahora difícilmente me encuentro escribiendo un texto largo sin tener que recurrir a www.rae.es en busca de la acentuación de un determinado tiempo verbal.
Por cada página seria que habla de temas rigurosos, hay probablemente otras quinientas de supercherías y esoterismos.
Todo esto hablando de lo que las personas tienen que contar, claro. Si nos metemos con Internet en general... bueno, ya sabéis, 33% juegos de azar, 33% contenidos ilegales y 33% porno (no tengo nada en contra de ninguna de las tres cosas, pero de cultura no demasiada).
En definitiva, que los que tienen algo importante que decir son como pequeñas islas rodeadas de un inmeeeeeeeeeeeeeeenso océano de mierda (como alguien dijo: "la inteligencia global del planeta permanece constante; la población, sin embargo, continúa aumentando").
Hasta qué punto en este mundo hay instaurada una meritocracia que haga destacar esas islas del mar, lo desconozco.
Por cierto, revisa tu ortografía, hay algunos gazapos terribles por ahí ;-P
Enviado por Mars Attacks | 9:35 p. m.
:O Comentarios la mar de jugosos. Vayamos por partes.
> Lo que dices del aborregamiento me recuerda mucho a 1984, de Orwell
Otro de los clásicos que tengo en el debe. A ver si cae este año.
A Marte... Bueno, me alegra ver que este post pueda abrir un debate. :)
Primero me explicaré. Lo que quería decir, principalmente, es que en la actualidad no sería tan sencillo destruir el conocimiento debido al modo en que está almacenado y organizado. No quería decir que Internet sea la salvaguarda de la cultura humana (pero tampoco estoy diciendo que no lo sea).
Tienes razón cuando comentas la cantidad de ruido que hay en Internet. Quizá debería haber dicho "gran parte del conocimiento se encuentra digitalizado y distribuido por todo el mundo Y RODEADO DE MIERDA". Lo cual no quita que entre la basura siga habiendo cultura.
Tampoco me parece correcto asociar libros con cultura. Lamentablemente no tengo datos, pero sería interesante ver cuánto de lo que se publica hoy en día en papel merece la pena. La cantidad de biografías del famosete de turno, libros de autoayuda, manuales de MS-DOS, novelas de dudosa calidad... creo que es considerable. No tienes más que entrar en FNAC para ver que la cantidad de ruido (=basura/total) que puede haber.
Dos grandes diferencias entre Internet y la publicación en papel son que:
- Hoy en día casi todo el mundo que quiere decir algo serio de más de un par de páginas no crea un sitio web sino que escribe un libro. Quizá algún día esto cambie.
- Puedes acceder a TODOS los sitios web que hay en Internet, pero jamás podrás acceder a todos los libros que se han publicado. Esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Seguro que mucha basura ha quedado merecidamente olvidada (tb desaparecen con el tiempo muchas webs), pero seguro que muchas obras interesantes también. Como consecuencia de esta "selección natural", acceder a los buenos libros de toda la historia es sencillo, en cambio acceder a un buen sitio de Internet es complicado porque hay que buscarlo (¿cuánta gente se estará perdiendo a Fuckowski?). Lo cual no quiere decir que no estén ahí.
Otra cosa con la que no coincido es en relacionar "bueno" con "bien escrito ortográficamente". Ni hacia un lado, ni hacia el otro.
Finalmente, gracias por el apunte. A mi tb me están doliendo el "a estimulado" y el "acaso" (quizá haya más, no lo he releído al detalle todo), pero se van a quedar por dos cosas. Una práctica: si lo modifico el post volvería a salir en el Planet. Otra más de fondo: son errores que he cometido y me los como. A ver si la próxima vez presto más atención sabiendo que si me equivoco todo el mundo va a ver la cagada.
Lo dicho. Muchas gracias por los comentarios.
Enviado por JavierMF | 9:22 a. m.
Hola lidia,
Lo siento pero no creo que vaya a publicar nada más sobre Fahrenheit 451. :)
Pero gracias por el comentario. Me he reído mucho.
Enviado por JavierMF | 9:16 a. m.