Finde anómalo
Anómalo, por extraño, porque ninguna de las cosas que he hecho suelen estar en mi lista de habituales de un fin de semana. Ni cervecitas, ni cenita, ni siesta.
Para empezar con las anomalías, empecé el finde volviendo en tren a Castellón. Y no fue un viaje cualquiera. Atacado por una repentina inspiración, me pasé todo el viaje currando con el portatil. La verdad es que estoy en "fase emocionada". Después de estar toda la semana dándole caña a OSGi y de ver los resultados de Pedro con AGG, estoy sintiendo que se acerca el momento de llevar a la práctica el trabajo de mi tesis. Si antes era un "ya verás como se puede hacer" ahora es un "ya sé cómo se hace".
El resto de la mañana lo pasé acabando Fahrenheit, comprando unos libros en Carrefour e instalando unas cosillas para lo que tenía pensado hacer por la tarde. Concretando, por la tarde estuve jugando con Velocity, un lenguaje de plantillas para Java. Más o menos se puede entender como un mini-PHP que permite utilizar desde un archivo de texto (está pensado para páginas web) propiedades y métodos de objetos Java. ¿Que por qué me interesa? Muy sencillo: generación de código. Si tengo mi modelo representado como objetos Java, con Velocity puedo navegarlo e ir cogiendo la información que me interesa para rellenar la plantilla. De esa forma, en Java tengo la información relevante (los elementos, sus propiedades y las relaciones entre ellos) y con Velocity le pongo todo el detalle sintáctico (paréntesis, corchetes, etc.). La siguiente pregunta que me hice fue: ¿y cómo meto en clases Java un modelo? Una primera opción podría ser JMI pero, debido a ciertas restricciones de Velocity (exige que para acceder a las propiedades existan métodos get y set) consideré más apropiado hacérmelo a mano. La solución es utilizar un analizador de XML (como Xerces) y cargar el archivo XMI donde se encuentra el modelo. De modo que estuve hasta más de las 23h entre que puse en práctica Velocity y realicé el analizador de XMI para un caso concreto (carga de interfaces dentro de un paquete UML). En cuanto acabe este post, me pongo a juntar las dos cosas.
Como véis, una tarde apasionante. Después de eso me planteé llamar a Emilio u Olga para salir a tomar algo, pero el emperramiento pudo conmigo y acabé viendo La Terminal. Ya la comentaré con algo de detalle (o no), pero os adelante que no me gustó mucho.
Esta mañana me he levantado tarde y, después de escribir la crónica sobre Fahrenheit, he ido a ver mi primito Hugo. Tiene un año y medio y está hecho un solete. Me llevo con él 24 años, casi ná. Es lo que tiene que él sea el hijo pequeño de la hermana pequeña y yo sea el hijo mayor del hermano mayor. No veas el rollo chungo que me da al pensar que cuando él tenga mi edad, yo estaré en los 50. Jur jur.
Pues eso es todo. Ahora, como ya he dicho, a currar un poquito y después de vuelta a Valencia. Por el camino creo que le daré un ataque a Hyperion, que fue uno de los libros que compré ayer.
Viendo el plan en que estoy, seguro que esta semana que viene es super-productiva. Ya os iré contando.
Para empezar con las anomalías, empecé el finde volviendo en tren a Castellón. Y no fue un viaje cualquiera. Atacado por una repentina inspiración, me pasé todo el viaje currando con el portatil. La verdad es que estoy en "fase emocionada". Después de estar toda la semana dándole caña a OSGi y de ver los resultados de Pedro con AGG, estoy sintiendo que se acerca el momento de llevar a la práctica el trabajo de mi tesis. Si antes era un "ya verás como se puede hacer" ahora es un "ya sé cómo se hace".
El resto de la mañana lo pasé acabando Fahrenheit, comprando unos libros en Carrefour e instalando unas cosillas para lo que tenía pensado hacer por la tarde. Concretando, por la tarde estuve jugando con Velocity, un lenguaje de plantillas para Java. Más o menos se puede entender como un mini-PHP que permite utilizar desde un archivo de texto (está pensado para páginas web) propiedades y métodos de objetos Java. ¿Que por qué me interesa? Muy sencillo: generación de código. Si tengo mi modelo representado como objetos Java, con Velocity puedo navegarlo e ir cogiendo la información que me interesa para rellenar la plantilla. De esa forma, en Java tengo la información relevante (los elementos, sus propiedades y las relaciones entre ellos) y con Velocity le pongo todo el detalle sintáctico (paréntesis, corchetes, etc.). La siguiente pregunta que me hice fue: ¿y cómo meto en clases Java un modelo? Una primera opción podría ser JMI pero, debido a ciertas restricciones de Velocity (exige que para acceder a las propiedades existan métodos get y set) consideré más apropiado hacérmelo a mano. La solución es utilizar un analizador de XML (como Xerces) y cargar el archivo XMI donde se encuentra el modelo. De modo que estuve hasta más de las 23h entre que puse en práctica Velocity y realicé el analizador de XMI para un caso concreto (carga de interfaces dentro de un paquete UML). En cuanto acabe este post, me pongo a juntar las dos cosas.
Como véis, una tarde apasionante. Después de eso me planteé llamar a Emilio u Olga para salir a tomar algo, pero el emperramiento pudo conmigo y acabé viendo La Terminal. Ya la comentaré con algo de detalle (o no), pero os adelante que no me gustó mucho.
Esta mañana me he levantado tarde y, después de escribir la crónica sobre Fahrenheit, he ido a ver mi primito Hugo. Tiene un año y medio y está hecho un solete. Me llevo con él 24 años, casi ná. Es lo que tiene que él sea el hijo pequeño de la hermana pequeña y yo sea el hijo mayor del hermano mayor. No veas el rollo chungo que me da al pensar que cuando él tenga mi edad, yo estaré en los 50. Jur jur.
Pues eso es todo. Ahora, como ya he dicho, a currar un poquito y después de vuelta a Valencia. Por el camino creo que le daré un ataque a Hyperion, que fue uno de los libros que compré ayer.
Viendo el plan en que estoy, seguro que esta semana que viene es super-productiva. Ya os iré contando.
¡Muy mal lo de tu emperramiento! Con lo bien que nos lo habríamos pasado.
Y yo que solo me emperro cuando tengo que trabajar... si hay que salir, se sale.
Emilio A.
Enviado por Anónimo | 6:49 p. m.