Malditas fechas límite
Lo que debía haber sido una semanita tranquila debido a las fiestas de Pascua, se convirtió en un estrés por culpa de una maltida fecha límite que vencía el lunes. Todos los días volvía a casa a las tantas, con la cabeza hecha un higo y el cuerpo inexplicablemente cansado después de haber pasado todo el día pegado a la silla.
Por suerte, teníamos el fin de semana por enmedio. Oh, sí, que suerte. El fin de semana a tomar pol ..... Sábado y domingo en pie a las 7 de la mañana para intentar descrifrar las revisiones del jefe. Una vez que ya tenía más o menos claro lo que quería, a echarle imaginación y paciencia para plasmarlo. Después, se lo enviaba otra vez y vuelta a empezar. Sólo el sábado le dimos tres vueltas.
Al menos tanto esfuerzo tuvo sus frutos y el domingo a mediodía teníamos una versión cerrada que nos gustaba bastante. Por supuesto, siempre salen flecos y detallitos que hay ir solucionando a mala gana porque, a estas alturas, uno está ya un poquito harto de artículo... por mucho que te guste el resultado.
Lo mejor de todo es que, después de tantas prisas, el domingo por la tarde recibo un mail anunciando una extensión de la fecha límite hasta hoy por la noche (miércoles). ¡¡Genial!! Podían haber avisado antes de echar el fin de semana por tierra. Menos mal que el lunes era fiesta en Valencia y pude vaguear buena parte del día.
Bueno, ahora, otra vez, a cruzar los dedos.
Por suerte, teníamos el fin de semana por enmedio. Oh, sí, que suerte. El fin de semana a tomar pol ..... Sábado y domingo en pie a las 7 de la mañana para intentar descrifrar las revisiones del jefe. Una vez que ya tenía más o menos claro lo que quería, a echarle imaginación y paciencia para plasmarlo. Después, se lo enviaba otra vez y vuelta a empezar. Sólo el sábado le dimos tres vueltas.
Al menos tanto esfuerzo tuvo sus frutos y el domingo a mediodía teníamos una versión cerrada que nos gustaba bastante. Por supuesto, siempre salen flecos y detallitos que hay ir solucionando a mala gana porque, a estas alturas, uno está ya un poquito harto de artículo... por mucho que te guste el resultado.
Lo mejor de todo es que, después de tantas prisas, el domingo por la tarde recibo un mail anunciando una extensión de la fecha límite hasta hoy por la noche (miércoles). ¡¡Genial!! Podían haber avisado antes de echar el fin de semana por tierra. Menos mal que el lunes era fiesta en Valencia y pude vaguear buena parte del día.
Bueno, ahora, otra vez, a cruzar los dedos.