Remember
Bueno, ya no me moriré sin ver un concierto de Hombres G. Quizá para algunos os parezca una considerable tontería, pero era una espinita de tenía clavada de hace tiempo. Hombres G fue para mi un grupo de culto desde la tierna edad de los 9 años hasta que se separaron. Siempre recordaré el día en que fuimos al banco a recoger la primera minicadena que hubo en mi casa. Era lo que más me hacía ilusión como regalo por mi primera comunión. Una vez montada y comprobado que todo funcionaba correctamente, nos dirigimos al Pryca a por mi primer disco (de vinilo, claro): Agitar antes de usar. No fue una elección arbitraria. Tenía una cinta grabada de no sé dónde con los grandes éxitos de los discos anteriores. Estaba completamente rallada por los cientos de veces que había girado en el viejo radio-cassete de casa.
Quizá suene ridículo, pero el viernes por la noche, mientras escuchaba en directo las canciones que tantas veces había gritado saltando en el sofá de casa, me di cuenta de lo mucho que Hombres G había influido en mi vida. En serio. Si de pequeño fui un romanticón precoz, fue por culpa de Hombres G. Si ahora me gusta el rock, las guitarras eléctricas y la música en español, es por culpa de Hombres G. O quizá fuese al revés. Qué importa.
Yo era todo un fan. Pero un fan de apenas 12 años. Para cuando tuve edad de asistir a conciertos, Hombres G hacía tiempo que se habían separado. Nunca tuve la oportunidad de verlos en directo. Ni a ellos, ni a Modestia Aparte, ni a La Guardia, ni a tantos otros de aquella época. Toda una frustración.
Para lo bueno y para lo malo, ahora Hombres G han vuelto. No es lo mismo que entonces, claro. Ni yo soy tan fan, ni ellos tienen la misma fuerza. Pero, sea como sea, por fin pude escuchar en directo El ataque la chica cocodrilo, Devuélveme a mi chica, Indiana, Venezia o Suéltate el pelo. Todo un ejercicio de nostalgia que me dejó con una extraño sabor de boca, pero que me quitó una espinita que tenía clavada desde hace tiempo.
Quizá suene ridículo, pero el viernes por la noche, mientras escuchaba en directo las canciones que tantas veces había gritado saltando en el sofá de casa, me di cuenta de lo mucho que Hombres G había influido en mi vida. En serio. Si de pequeño fui un romanticón precoz, fue por culpa de Hombres G. Si ahora me gusta el rock, las guitarras eléctricas y la música en español, es por culpa de Hombres G. O quizá fuese al revés. Qué importa.
Yo era todo un fan. Pero un fan de apenas 12 años. Para cuando tuve edad de asistir a conciertos, Hombres G hacía tiempo que se habían separado. Nunca tuve la oportunidad de verlos en directo. Ni a ellos, ni a Modestia Aparte, ni a La Guardia, ni a tantos otros de aquella época. Toda una frustración.
Para lo bueno y para lo malo, ahora Hombres G han vuelto. No es lo mismo que entonces, claro. Ni yo soy tan fan, ni ellos tienen la misma fuerza. Pero, sea como sea, por fin pude escuchar en directo El ataque la chica cocodrilo, Devuélveme a mi chica, Indiana, Venezia o Suéltate el pelo. Todo un ejercicio de nostalgia que me dejó con una extraño sabor de boca, pero que me quitó una espinita que tenía clavada desde hace tiempo.